Debíamos recoger qué ha supuesto como grupo trabajar las fichas de la fase local de la Asamblea Provincial. Debido a la entidad del grupo, formamos el Ed del colegio y estamos habituados a reuniones de “trabajo”: resolver situaciones del día a día… Pocas veces hemos hecho sesiones de discernimiento, de profundización en las raíces como Maristas. 

He de reconocer que en un principio costó. Teníamos “mucho trabajo” decíamos, pero cuando comenzamos a profundizar nos fuimos enganchando y disfrutando de esos tiempos y espacios para estos temas. Nos olvidamos de burocracia, horarios, normativas e incluso del Covid y disfrutamos con ello.

Poco a poco fuimos compartiendo desde dentro nuestras inquietudes, nuestras dudas, sueños… Mes a mes, ayudados por los contenidos y propuestas de las fichas presentadas fuimos compartiendo desde otra perspectiva. 

Fueron muy intensos los tiempos dedicados a la oración conjunta. También hablamos desde el corazón sobre lo que nos preocupa, sobre el camino conjunto entre religiosos y laicos maristas, sobre dónde y en qué deberíamos poner todo nuestro esfuerzo. 

En definitiva, las fichas de esta fase local fueron un regalo para nuestro ED. Temas como estar atentos a los signos de nuestro tiempo, poner sobre la mesa cuál es nuestra misión en el mundo y cuál ha de ser nuestra respuesta, ha supuesto un regalo de acercamiento y reflexión personal y un enriquecimiento como equipo. 

Es una dinámica interesante para los equipos directivos este tipo de reflexiones, que, aunque se realizan en otros foros como GME, fraternidades, grupos de referencia… no son tan comunes en los equipos directivos y resulta muy fructífero. 

Valle Simón Gómez, directora del colegio Santa María Maristas de Toledo

Categorías: Espiritualidad