«Sueño con que hermanos y laicos sepamos contagiar el carisma de Champagnat. Y sueño también con que en nuestras obras sepamos transmitir desde dónde merece la pena vivir. Y también que seamos capaces de educar a las personas con un sentido crítico, que sean capaces también de poner sus capacidades al servicio de los demás, porque es así como lograremos también transformar la sociedad». Esther, miembro de una fraternidad
«Para Maristas sueño una institución y unos colegios siendo fieles al sueño de Champagnat, basado en una gran educación y atención a las necesidades de los niños y jóvenes de hoy. Para ello, es preciso ver el mundo con los ojos de nuestro alumnado, a través de nuestra presencia sincera, verdadera y solidaria; es decir, desde abajo, tal y como lo vieron María y Marcelino». Javier, miembro de GME