Desde el sábado 30 de octubre hasta el lunes 1 de noviembre ha tenido lugar la Asamblea Contigo de la Provincia marista Ibérica. El encuentro ha reunido a más de 60 personas (hermanos, laicos, directores de centros educativos y profesores) en la ciudad riojana de Lardero con el objetivo de dar respuesta a los signos de los tiempos que nos interpelan. Después de tres días de reflexión personal y compartida a través de un proceso de búsqueda y descubrimiento, la Asamblea ha concretado una serie de llamadas para el futuro de la Provincia en torno a cinco grandes ámbitos: familia carismática, espiritualidad, misión, carisma y evangelización. Estas llamadas inspirarán las líneas maestras que se decidan en el VII Capítulo Provincial, que se celebrará en diciembre de este año.
“No haya entre vosotros más que un solo corazón y un mismo espíritu. Ojalá se pueda decir de los Maristas como de los primeros cristianos: ¡Mirad cómo se aman!”. Con esta frase de bienvenida comenzaba la Asamblea Contigo de la Provincia marista Ibérica. “Contigo” ha sido el lema inspirador estos días. El hermano Ernesto Sánchez, en su circular “Hogares de luz”, nos recuerda que “El Capítulo general, al proponernos “ser faros de esperanza en este mundo turbulento”, no se refería solamente a una invitación personal, sino sobre todo a una llamada dirigida a la comunidad: ser luz como familia carismática global. Que cada comunidad, cada fraternidad, cada familia, como grupo, se muestre como ese faro que ofrece luz y da esperanza a todos los que lo miran”.
Durante la primera jornada, el principal objetivo ha sido el de mirar, sentir y escuchar la realidad que nos rodea. A través de unos talleres experienciales, hemos tenido que poner en juego todos los sentidos para dejarnos atrapar por una realidad que muchas veces pasa a nuestro lado de manera silenciosa: Ousman Umar, junto a la patera con la que se jugó la vida en el mar; unos niños abandonados, esperando a ser recogidos por unos padres que nunca van a llegar; un anciano en soledad; una mujer maltratada… Y con la misma fuerza, otras realidades que abren una puerta a la esperanza: asociaciones en lucha por los derechos humanos, jóvenes organizados para frenar el cambio climático, los maristas azules de Siria o tanta gente comprometida y anónima que refleja el rostro amoroso del Dios también presente en la historia. En las dinámicas de la tarde, se ha iluminado la realidad desde la óptica marista, y hemos contado con las reflexiones del hermano Ernesto Sánchez, Superior general, de Raúl Amaya, coordinador del secretariado de laicos, y de Luis Carlos Gutiérrez, vicario general.
En la segunda jornada hemos querido enfocar la mirada para descubrir juntos qué nos está diciendo aquí y ahora la realidad. A través de dinámicas de discernimiento personal y de reflexión en parejas y en grupo, hemos dejado que resuenen en nosotros las llamadas recogidas en el XXII Capítulo general (2017) a modo de escenarios: familia carismática global; ser el rostro y las manos de misericordia de Dios; ser constructores de puentes; caminar con los niños y jóvenes más vulnerables; y responder a las nuevas realidades emergentes del siglo XXI. En estos cinco escenarios hemos podido intuir a qué nos está llamando el Dios de Jesús como maristas de Champagnat en nuestra Provincia Ibérica.
Y, finalmente, la tercera y última jornada ha estado dedicada a priorizar las llamadas que han surgido estos días, y a iniciar una primera aproximación a acciones y concreciones que puedan darles respuesta. Estas llamadas que han surgido de la reflexión y diálogo de la Asamblea inspirarán las líneas maestras que se decidan en el VII Capítulo provincial.